Te encontrarás con la negociación salarial una y otra vez en tu vida profesional: cuando cambies de trabajo, en una entrevista de trabajo, una vez terminado el periodo de prueba o después de años en la empresa. Pedir más dinero, ganar más salario... vale. Pero, ¿cuánto? ¿Cómo encontrar su valor de mercado actual y, sobre todo, cómo convencer al jefe de que pague más dinero? Hemos recopilado los mejores consejos y trucos para la entrevista salarial, con los que muchos ya han conseguido un aumento de sueldo.
Negociación salarial: ¿Cuánto más puedo pedir?
Si negocia con habilidad, puede conseguir un aumento salarial de entre el tres y el diez por ciento. Si cambias de trabajo de forma externa, puedes llegar a obtener hasta un 20%. Sobre todo si te escalfan. Reglas generales (valores medios):
- Negociación salarial hace un año: más 3 a 5 por ciento.
- Mayor responsabilidad y nuevas tareas: más 5 a 7 por ciento
- En caso de promoción: más 10 a 15 por ciento
Para que las negociaciones salariales tengan éxito, debes saber (y ser capaz de demostrar) cuál es tu posición exacta en la empresa, qué contribución haces y qué éxitos (futuros) utilizas como argumento. Lo que cuenta son los logros y el valor añadido. Sólo así tendrá la posibilidad de conseguir un aumento de sueldo en la negociación.
Consejo: Invierte en ti mismo. Las cualificaciones adicionales y la formación continua son siempre buenos argumentos. No sólo en las empresas vinculadas por convenios colectivos se puede acceder a un grupo salarial más alto.
👉 Negociación salarial: consejos y argumentos
- Hacer el primer movimiento de negociación
Haga siempre el primer movimiento y la oferta inicial. Los que empiezan tienen muchas más probabilidades de acabar con un resultado de negociación que se ajuste a sus objetivos. Lo que funciona psicológicamente en esto es el efecto ancla: cuando nos cuesta estimar el valor de algo, al cerebro le basta con una cifra completamente sacada del aire: la oferta inicial. Así que nunca seas tímido en la entrevista salarial y di con confianza tu precio.
- Pon tu sueldo en perspectiva
En cualquier negociación salarial, la gente querrá negociar a la baja. Por eso, muchos se ponen algo de antemano para que se negocie hasta su salario objetivo. El peligro de esta estrategia es que, o bien prometes más de la cuenta, o bien acabas por debajo. Es más inteligente poner su demanda salarial en relación con una cifra más alta.
Al principio de la negociación salarial, diga que los profesionales de su puesto y sector cobran una media de 68.000 soles al año. A continuación, indique su salario deseado: "De acuerdo con mis cualificaciones profesionales, considero adecuado un salario de 64.720 soles". Sus 64.720soles ya no suenan tan altos gracias a la relación con los 68.000 soles Por el contrario, ya ha llegado a un compromiso. Con esto, el jefe tiene ahora dificultades para bajarte a 60.000 soles.
- No aceptar nunca la primera oferta
NUNCA aceptes la primera contraoferta. Nunca es lo mejor en la negociación salarial. Al hacerte una oferta, el jefe se está delatando y señalando: Hay voluntad y espacio para negociar. Deberías aprovecharte de ello repitiendo su número, poniendo cara de asombro y permaneciendo en silencio.
- Nombrar un número torcido.
Si le preguntan por su salario deseado, dé una cifra precisa. Por ejemplo, "39.540 soles al año" en lugar de "40.000 soles".
- Crear un "sí"
Haz que tu interlocutor tenga ganas de aprobar. La mejor manera de hacerlo es que el jefe diga "sí" varias veces. Antes de entrar en la verdadera negociación salarial, haz preguntas inocuas como: "¿Has descansado bien en tus vacaciones?". O, "¿No es una locura: en 90 días vuelve a ser Navidad?". Lo único que importa es que el jefe responda "sí" a las preguntas. En el lenguaje de la PNL, se diría que estás "cebando" o "condicionando" a tu jefe a un "sí" para la negociación salarial posterior.
- Parecer seguro de sí mismo
Muchas personas comienzan la negociación salarial de forma tímida y a la defensiva: "Ahora esto me incomoda, pero me gustaría tener más dinero..." ¡No lo hagas nunca! No estás pidiendo una limosna, estás negociando. Y se negocia por nada menos que el valor equivalente de su trabajo. Por supuesto, no hay que volverse impertinente. Pero tampoco te encasilles en un suplicante. No se puede argumentar en subjuntivo. Es un tabú en cualquier negociación.
- Utilizar la técnica del espejo
Si dos personas se gustan, su lenguaje corporal se armoniza. El efecto se puede utilizar específicamente: Al reflejar el comportamiento y la elección de palabras de tu jefe en la negociación salarial (¡nunca imites!), señalas sutilmente que estás en la misma onda. Efecto: Se gana la confianza y hace concesiones más fácilmente.
- Mantén la calma. Especialmente al final
A las negociaciones les gusta ir en caliente. ¡Peligroso! Especialmente al final de la negociación salarial, durante los últimos tres minutos, debes mantener una actitud de confianza. Ahora puedes ver quién tiene los nervios más fuertes. Cumpla con su demanda salarial. Sus argumentos son válidos y están documentados en su cartera de prestaciones. Hay poder en la calma. Así es como finalmente ganarás el trato.
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