Tecnología de la información, abreviado TI, a veces en plural, es el nombre que se le da al uso de computadoras y redes digitales para almacenar, transferir y manipular datos, a menudo en el mundo corporativo y empresarial.
Es básicamente otro nombre para las TIC, es decir, tecnología de la información y la comunicación, que enfatiza solo el almacenamiento de información y no la transmisión y distribución de información. TI y TIC a menudo se usan indistintamente cuando se habla del impacto económico y profesional del mundo de las redes digitales e Internet.
Ambos términos nos ayudan a pensar en formas modernas de generar y almacenar información que no tienen comparación en ninguna otra era de la humanidad. De esta forma, la tecnología de la información incluye todas las herramientas creadas por los humanos para producir, recuperar o transmitir información de manera rápida, eficiente y en grandes cantidades.
Entonces, cuando hablamos de TI, nos referimos a hardware y software, redes de computadoras y computadoras personales, un conjunto de herramientas tecnológicas para la gestión de la información. Además, la tecnología de la información como campo de estudio está estrechamente relacionada con la informática y la ciencia de la información.
Historia de la tecnología de la información
La información siempre ha sido un recurso invaluable para los humanos, pero nunca antes habían podido preparar y administrar información tan fácilmente a una escala tan grande. De hecho, la historia de la tecnología de la información comienza con la invención de la escritura alrededor del año 3000 a. C. cuando la cultura mesopotámica inventó lo que se cree que es el primer sistema antiguo de registro escrito para rastrear ganado, materias primas u otros bienes cuantificables.
Este sistema primitivo de marcado en ciertas superficies fue la primera tecnología de la información conocida y, a lo largo de los siglos, evolucionó hacia las diversas formas de escritura que se conocen en la actualidad. La escritura se volvió tan importante que obligó a las personas a desarrollar nuevos soportes, más fuertes, más ligeros y más cómodos para trabajar.
El papel fue el medio ideal para el texto escrito a mano producido con tinta o grafito durante miles de años, hasta la invención de la imprenta en el siglo XV, que puso el texto a disposición de las masas con una facilidad y velocidad sin precedentes: se necesitó de un grupo de monjes medievales un año. Lo que lleva tiempo transcribir, un dispositivo puede hacerlo en solo unas pocas semanas.
Posteriormente, se añadieron a la invención la litografía y otros métodos de reproducción de imágenes en papel. Los siguientes hitos llegaron en el siglo XX con la invención de la máquina de escribir y, lo que es más importante, la invención del primer trípode electromagnético, la primera computadora y el primer sistema digital. A mediados del siglo XX, quedó claro que las máquinas informáticas disponibles hasta ahora eran solo el comienzo de los logros humanos en el almacenamiento y procesamiento de información.
De hecho, la segunda mitad del siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI vieron cambios sin precedentes en la capacidad de la humanidad para producir y almacenar datos, con la llegada de nuevas generaciones de computadoras más potentes. Los discos duros, los medios extraíbles (disquetes, discos láser, unidades flash) y las redes informáticas maximizan la cantidad de información que se puede almacenar con precisión y recuperar rápidamente. Por esta razón, la era actual se denomina la "era de la información": los seres humanos producen, almacenan y transmiten mucha más información que la que se ha producido, almacenado y reproducido en todas las eras anteriores de la historia.
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