La conservación de alimentos es un conjunto de procedimientos y recursos utilizados para preparar y envasar alimentos para su almacenamiento y consumo a largo plazo.
Las sustancias que componen los alimentos cambian con bastante rapidez. Estos cambios son causados por microorganismos que utilizan sus elementos nutricionales para el desarrollo, haciendo que se descompongan. El deterioro de los alimentos también es causado por la acción de las enzimas, compuestos que aceleran las reacciones.
El objetivo principal de la conservación de los alimentos es prevenir o retrasar el daño causado por los microorganismos y, por lo tanto, prevenir o retrasar sus efectos nocivos sobre los alimentos. Para ello se requiere un tratamiento adecuado; los productos alimenticios sometidos a dicho procesamiento se denominan compotas alimenticias.
Métodos de protección más utilizados
- Congelación: consiste en colocar los alimentos a temperaturas entre 0ºC y -4ºC para quitarles el calor. Este método detiene temporalmente el desarrollo de microorganismos y ralentiza la actividad de las enzimas.
- Refrigeración: caracterizada por almacenar los alimentos a 5ºC o menos. Se utiliza para mantener los alimentos frescos y almacenados durante un cierto período de tiempo.
- Desecación o deshidratación: puede ser natural o artificial. Con este método, los microorganismos no se multiplican y las enzimas no actúan sobre el alimento seco. El secado natural con intervención del sol se utiliza para frutas (pasas), cereales, legumbres. Hoy en día, se pueden secar en hornos, túneles o secadoras.
- Salado y ahumado: la adición de sal a los alimentos deshidrata los alimentos y detiene la acción de bacterias y enzimas. Cuando se ahuman los alimentos con leña (haya, roble piñonero, abedul), se producen una serie de sustancias químicas que tienen un fuerte efecto bactericida, y que además confieren al alimento su olor y sabor característicos.
- Conservas: incluye la esterilización de alimentos y envases. Los recipientes pueden estar hechos de vidrio, hojalata, aluminio y cartón. Los alimentos se preparan y lavan a diferentes temperaturas y tiempos antes de envasarlos, según se trate de carne, pescado o fruta.
- Encurtidos: para repollo, pepino, coliflor, cereales, aceitunas, etc. La comida se sala y se conserva en vinagre, con o sin especias. Esta técnica implica el curado, que implica el ahumado, la salmuera y la salmuera o curado en vinagre, los dos primeros de los cuales se utilizan para la carne roja.
- Concentrados de azúcar: implica la adición de azúcar a las preparaciones de frutas y/o hierbas en alta concentración para evitar la propagación de microorganismos excepto ciertos hongos, detener su crecimiento, eliminar el oxígeno del recipiente cubriendo la superficie con parafina o sellando al vacío el envase.
- Aditivos químicos: son sustancias no nutritivas que se agregan intencionalmente en pequeñas cantidades a los alimentos para mejorar la apariencia, el sabor, la textura o las propiedades de conservación. El benzoato de sodio, el ácido acético, el citrato de sodio, el azufre y el nitrito de sodio son los más utilizados para la conservación de alimentos.
- Otros métodos modernos: Ciertas radiaciones como los rayos X, la luz ultravioleta, etc. son formas de energía que afectan y afectan seriamente a la materia viva, haciendo que los alimentos estén libres de microorganismos y conservándolos por mucho tiempo.
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